Este lunes, en Estambul, tuvo lugar la segunda ronda de negociaciones entre Rusia y Ucrania, mediadas por Turquía, con el objetivo de avanzar hacia un cese temporal de hostilidades y un intercambio significativo de prisioneros de guerra. Vladimir Medinski, enviado del Kremlin, y Rustem Umerov, ministro de Defensa de Ucrania, acordaron avanzar en la devolución de soldados heridos o menores de 25 años, así como en la entrega de 6,000 cadáveres de cada bando.
Durante la sesión, Rusia propuso un alto al fuego parcial de entre dos y tres días en ciertas zonas del frente, mientras que Ucrania mantiene su exigencia de un cese total e incondicional. Las conversaciones se desarrollaron en el palacio Çırağan de Estambul, bajo la mediación directa del canciller turco, Hakan Fidan, quien resaltó la atención global centrada en estas negociaciones.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, reiteró su disposición a tomar los pasos necesarios para la paz, pero subrayó que cualquier acuerdo no debe representar un beneficio para el presidente ruso, Vladímir Putin. Paralelamente, Kiev solicitó a Moscú organizar una próxima ronda de diálogos entre el 20 y 30 de junio, incluyendo la posibilidad de una reunión entre ambos mandatarios.
En el marco de estos avances, se acordó intercambiar todos los prisioneros de guerra gravemente heridos o menores de 25 años, además de realizar la devolución mutua de 6,000 cuerpos de soldados fallecidos en combate.
Sin embargo, las diferencias persisten, especialmente en torno a la exigencia ucraniana de un alto al fuego total frente a la postura rusa de abordar las causas fundamentales del conflicto, incluyendo temas sensibles como la neutralidad militar de Ucrania y concesiones territoriales.
En declaraciones recientes, Zelensky hizo un llamado a reforzar las sanciones internacionales contra Rusia, en especial contra sus exportaciones energéticas, y destacó la importancia del apoyo de países como Estados Unidos en la imposición de estas medidas. Además, anunció que los países miembros de la OTAN se comprometieron a seguir enviando ayuda militar y financiamiento para la producción de armamento en Ucrania.