Manifestantes reclaman por el incremento del costo de vida, la falta de recursos básicos y exigen cambios en la gestión del presidente Luis Arce.
Este lunes, cientos de ciudadanos bolivianos se movilizaron en distintas regiones del país para expresar su preocupación por el deterioro de las condiciones económicas y sociales. Las protestas surgen en un contexto de creciente descontento por el alza de precios en productos de primera necesidad, la escasez de combustibles y una percepción generalizada de falta de respuesta por parte del Gobierno.
Las manifestaciones, mayormente pacíficas, incluyeron marchas, bloqueos y concentraciones en centros urbanos y vías principales. Participantes denunciaron que el aumento sostenido de la canasta básica familiar está afectando severamente a los sectores más vulnerables. La falta de acceso a combustibles como gasolina y diésel ha agravado la situación, impactando directamente en el transporte y los costos de producción.
Algunos manifestantes expresaron su malestar con visibles muestras de frustración. “Estamos viviendo momentos muy difíciles. Los alimentos suben cada semana y ya no alcanza para vivir”, comentó una comerciante durante una marcha en La Paz. En varios casos, los ciudadanos pidieron públicamente la renuncia del presidente Luis Arce, a quien responsabilizan por el agravamiento de la crisis económica.
Organizaciones sociales y expertos han señalado la necesidad urgente de medidas estructurales que frenen la inflación, garanticen el abastecimiento de combustibles y fortalezcan el aparato productivo nacional. Asimismo, se ha llamado al diálogo entre el Gobierno y los distintos sectores sociales para evitar una mayor polarización.
El Ejecutivo, por su parte, no ha emitido una declaración oficial frente a las movilizaciones del día. Sin embargo, en semanas anteriores, el presidente Luis Arce aseguró que su administración trabaja para estabilizar la economía y controlar los factores externos que inciden en los precios de los productos.
Mientras tanto, la tensión social continúa en aumento, y los ciudadanos esperan respuestas concretas ante una situación que amenaza con agravarse si no se implementan soluciones efectivas en el corto plazo.