Paro de cisterneros provoca escasez de combustible y largas filas en estaciones de servicio

Transportistas de carburantes reclaman ajuste en tarifas de flete mientras YPFB asegura normalidad en el suministro. Crecen los efectos en terminales y rutas.

A seis días del inicio de un paro por parte de la Federación de Cisterneros, la distribución de combustibles en Bolivia enfrenta un escenario de incertidumbre, marcado por extensas filas en surtidores, reducción en el transporte interdepartamental y advertencias de nuevas medidas de presión desde el sector del transporte.

Los cisterneros, encargados de importar carburantes al país, paralizaron sus operaciones el miércoles 21 de mayo exigiendo a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) un reajuste en las tarifas del flete. La medida ha implicado cero salidas para importación, según confirmó Maikol Montaño, representante del gremio. “No se enviarán unidades desde Bolivia al exterior hasta que se revise el precio del flete”, puntualizó.

Efectos inmediatos: filas, escasez y viajes suspendidos

La consecuencia más visible ha sido el crecimiento sostenido de filas en los surtidores, especialmente en el eje troncal del país. Conductores denuncian que esperan más de 48 horas para conseguir diésel o gasolina, lo que ha paralizado parcialmente sus actividades.

En la Terminal Metropolitana de El Alto, el jefe de operaciones, Víctor Flores, reportó una reducción del 50% en las salidas de buses, pasando de 250 a solo 100-150 unidades por día. A pesar de la crisis, los precios de pasajes se mantienen estables. La afluencia de usuarios también se ha visto afectada.

En Cochabamba, el supervisor de Transporte de la Terminal de Buses, Mario López, indicó que solo el 30% de los vehículos está operativo, mientras el resto permanece en filas de abastecimiento desde hace dos días.

Respuesta oficial y divergencias en cifras

YPFB respondió asegurando que los despachos de carburantes se mantienen al 100% de lo previsto por el Comité de Producción y Demanda. Según Joel Callaú, gerente de YPFB Logística, el 90% de las empresas de transporte asociadas mantienen su actividad, y solo un 10% ha pedido el ajuste de tarifas mediante medidas de presión.

No obstante, la estatal reconoce que la especulación ha generado temor entre los usuarios, contribuyendo a una percepción de desabastecimiento que no se alinea, aseguran, con los datos reales de producción y distribución.

Transporte en emergencia y posibles nuevas medidas

La Confederación de Choferes de Bolivia declaró estado de emergencia. Su máximo ejecutivo, Lucio Gómez, anunció un ampliado nacional el martes 27 de mayo en Cochabamba, con participación de dirigentes departamentales. En este encuentro se evaluarán medidas de presión ante la escasez de combustibles.

Han sido invitados el ministro de Hidrocarburos, el presidente de YPFB y el ministro de Economía. Según Gómez, también se ha enviado una carta al presidente del Estado, solicitando atención urgente a la problemática.

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